Punto final a la última asamblea de la era Zapatero, con gran éxito de público y crítica.
Gracias ante todo al Ying por su perfecta organización, sus infinitos desvelos porque todo saliese perfecto y por aguantar a algún tocapelotas entre los que me encuentro.
Gracias a Pin por darnos una oportunidad primaveral de emborracharnos gratis. No hacía falta que aprendieses tantas canciones para darnos la buena nueva.
Gracia también a Sheila por darme la oportunidad de ponerme de nuevo pantalón corto con borlas. Sheila, querida, aquí me tendrás siempre, para llevar monedas, quickies o lo que sea...
Gracias, en fin, a todos, por el buen rollo imperante. La vida nos aleja y nos golpea, pero es bueno pensar que un par de veces al año tenemos la oportunidad de beber, comer y reir con las mismas paridas que hace 20 años.
Besos también para los ausentes, especialmente Arturo y familia, a los que mando un fuerte abrazo y espero ver en la próxima asamblea.
Pues eso, besos para todos...
Yang (o sea César)
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